El Plan del Carbono

El Plan de Carbono es una hoja de ruta para reducir las emisiones de carbono que alteran el clima en Carolina del Norte. 

En términos sencillos, el Plan del Carbono es una promesa de utilizar una energía sustentable, ayudar a la gente a ahorrar energía y dinero y reforzar el medio ambiente y la economía de Carolina del Norte.

La Ley 951 de la Cámara de Representantes, aprobada por la Asamblea General de Carolina del Norte en 2021, establece los objetivos específicos que debe alcanzar el Plan del Carbono. Entre ellas se incluye la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico de Carolina del Norte en un 70% por debajo de los niveles de 2005 para 2030, y el logro de la neutralidad total de carbono para 2050. 

Para alcanzar estos objetivos será necesario reducir el uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad, mejorar el almacenamiento de energía y la eficiencia de nuestra red eléctrica, y potenciar las fuentes de energía limpias y renovables, como la eólica y la solar.

Las emisiones de carbono procedentes de la combustión de combustibles fósiles son, con diferencia, las que más contribuyen al cambio climático. Y en Carolina del Norte, la generación de electricidad es la segunda fuente más grande de gases de efecto invernadero (después del transporte), y representa un tercio de las emisiones de nuestro estado. No podemos abordar de forma significativa la crisis climática sin un cambio fundamental en nuestra forma de producir energía.

El cambio climático ya está causando estragos en las comunidades de Carolina del Norte, provocando graves olas de calor, fenómenos meteorológicos extremos, incendios forestales y aumento del nivel del mar. Estos cambios tienen consecuencias devastadoras para la salud humana, y sólo empeorarán a medida que el cambio climático siga intensificándose.

La contaminación atmosférica procedente de los fósiles también degrada la calidad del aire de Carolina del Norte, lo que provoca importantes problemas de salud, como enfermedades respiratorias. De hecho, nueve de las diez principales causas de muerte en Carolina del Norte están provocadas o agravadas por las emisiones de combustibles fósiles.

Más allá de nuestra salud pública, el cambio a la energía sustentable también reportará enormes beneficios económicos y sociales. Las medidas de eficiencia energética y el aumento de las energías renovables crearán empleo, reducirán la factura eléctrica de los hogares y estimularán las economías locales. También mejorará el acceso del público a una energía asequible y confiable, haciendo que las comunidades sean menos vulnerables a las interrupciones del suministro de energía y a las fluctuaciones de los precios.

Beyond our public health, shifting to clean energy will also yield tremendous economic and societal benefits. Energy efficiency measures and a growth in renewable energy will create jobs, lower household electric bills, and stimulate local economies. It will also improve the public’s access to affordable and reliable energy, making communities less vulnerable to energy supply disruptions and price fluctuations.

La Comisión de Servicios Públicos de Carolina del Norte (NCUC ) tiene la obligación legal de elaborar un plan que “adopte todas las medidas razonables” para reducir las emisiones de dióxido de carbono de las instalaciones de generación eléctrica. La NCUC es un organismo regulador estatal que supervisa determinadas empresas de servicios públicos de Carolina del Norte, entre ellas Duke Energy.

Si bien consideran seriamente los aportes de Duke Energy, el público y otras partes interesadas, la NCUC es en última instancia responsable de crear y presentar un plan de carbono final. Piense en la NCUC como si fuera el árbitro de un partido deportivo que se asegura de que todo el mundo respeta las reglas.

La NCUC ha encargado a Duke Energy que proponga un proyecto de plan para reducir las emisiones de carbono. Duke Energy, una de las mayores empresas de servicios públicos de Estados Unidos, desempeña un papel importante en la generación, distribución y venta de electricidad y gas natural a hogares y empresas de Carolina del Norte. Aunque ha empezado a aumentar sus inversiones en energías renovables, Duke Energy sigue dependiendo en gran medida de fuentes contaminantes, como el carbón y el gas natural, para producir electricidad.

El público en general también desempeña un papel muy importante en la elaboración del Plan del Carbono. Expresando su apoyo a una energía más sustentable y eficiente, los ciudadanos de Carolina del Norte pueden animar a Duke Energy a invertir en prácticas más sostenibles y, al mismo tiempo, persuadir a la NCUC para que apruebe un plan que cumpla los objetivos de emisiones de nuestro estado.

Otras partes interesadas clave son:

• Interventores son personas o grupos que participan formalmente en procesos legales o reglamentarios. Los interventores son participantes plenos en el procedimiento y presentan argumentos legales, realizan descubrimientos, presentan testimonios, interrogan a los testigos y están sujetos a interrogatorios por parte de las otras partes en el caso de que se les llame a testificar.
• El Personal Público es un organismo independiente creado en 1977 para revisar los cambios propuestos en las tarifas de los servicios públicos y la adecuación del servicio prestado por cualquier empresa de servicios públicos, y hacer las recomendaciones oportunas a la NCUC. Como en todos los procedimientos ante la NCUC, el Personal Público representará al público usuario y consumidor en este asunto. El Personal Público trabajará para garantizar que los objetivos de reducción de carbono se cumplan utilizando un enfoque de “menor coste”, minimizando en la medida de lo posible los impactos en las tarifas para los clientes de Duke Energy.

La NCUC es legalmente responsable de crear y presentar el Plan del Carbono definitivo.

La NCUC publicó el primer Plan del Carbono del Estado en Diciembre de 2022. No obstante, la NCUC debe revisar y renovar el Plan del Carbono cada dos años, actualizándolo para reflejar los cambios en las tecnologías y fuentes de energía disponibles.

Por desgracia, la NCUC concedió a Duke Energy la mayor parte de lo que pedía para 2022, con más inversiones en combustibles fósiles contaminantes y obsoletos que pondrán fuera de alcance los objetivos de emisiones legalmente exigidos por el Plan del Carbono. No podemos permitir que eso vuelva a ocurrir. Los ciudadanos de Carolina del Norte deben exigir un Plan del Carbono 2024 que utilice todo nuestro potencial solar y eólico marino, establezca plazos ambiciosos para cerrar las centrales eléctricas contaminantes y se base en gran medida en los aportes de las comunidades y los trabajadores.

Aunque estamos a la espera de que la NCUC nos facilite más información sobre cuándo se celebrarán las audiencias públicas y el periodo de comentarios públicos, esperamos que ambos comiencen en algún momento después del nuevo año.